Cómo hacerles elegir la carta que tú quieres

Ayer vimos cómo una pequeña libertad puede ocultar una gran restricción.

Ahora, a un forzaje.

Necesitas que el espectador reparta las dos cartas de arriba. Si se lo pides, sospechará.

Así que empiezas con una acción simple ("reparte algunas cartas") que obliga a hacer lo que tu quieres, y justo cuando ya lo tienes, le das total libertad ("pero, puedes cogerlas de donde quieras, no tienen que ser de arriba").

La sensación de libertad posterior borra la trampa del inicio. Estás creando una Falsa Pista con su propia mente.

Este tipo de engaños se elevan con una baraja que se sienta especial. Una que justifique el manejo delicado, que invite a ser tratada con cuidado. El objeto en sí mismo se convierte en parte del engaño.

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Nos vemos la semana que viene para el gran final. No te duermas, que las ofertas vuelan.

Julio Ribera.

P.D. Cada semana en Magigram exploramos un concepto a fondo durante 3 días. Si te gusta esta forma de aprender, no te quedes atrás. La conversación se está moviendo a magigram.com. Te esperamos.