El truco psicológico que desarma a tu público

Dar vida a tu magia no es solo tener buenas ideas. Es controlar lo que tu público siente.

¿Conoces esa tensión cuando dices "solo corta, no mezcles"? El espectador se pone en guardia.

Aquí entra un engaño brillante: la Restricción Liberada.

Le das una pequeña libertad para que no vea la jaula real.

Por ejemplo, le pides que corte, pero luego le dices "o mejor, si quieres, mezcla así" (guiándole a una mezcla americana que necesitas). Él siente que ha ganado libertad, pero tú has ganado el control.

Para que estas sutilezas funcionen, tus herramientas deben ser irreprochables. Unas monedas que suenan a plata de ley, unas cartas que se deslizan con elegancia... Cuando el material parece normal y de calidad, la sospecha se desvanece.

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Mañana, usaremos esto para un forzaje invisible. Y recuerda, la semana que viene es la última semana de rebajas.

Julio Ribera.